Alguna vez en su vida, todo amante de las mascotas o cuidador de perros se ha encontrado con uno que comienza a temblar con tan solo ver el agua, ¡ni hablar de bañarse! Esto no debe desalentarnos, ya que su miedo puede deberse a distintos motivos que podemos ayudarle a solucionar. A continuación, te contamos los detalles a considerar.
Posibles causas del temor
El primer paso para ayudar a nuestro amigo peludo a superar su temor es intentar definir de dónde proviene. Las dos causas más comunes son que haya tenido una mala experiencia en algún punto de su vida o que el agua le esté causando alguna consecuencia que no podemos ver. Ambos casos son solucionables con la ayuda adecuada, paciencia y mucho amor.
Malas experiencias
Ya sea accidental, contigo o adrede a manos de alguien más, tu perro podría haber tenido una experiencia negativa que asocia con la hora del baño. Por supuesto, esto afectará su reacción a menos que reciba la ayuda necesaria. Algunos cambios que puedes intentar implementar son:
- Bañar a tu mascota en seco por un tiempo hasta que se sienta preparada
- Cambiar el momento del día en el que le darás un baño
- Mostrarle el agua de a poco y que se familiarice con ella en distintos contextos
- Ofrecerle un premio luego de cada avance conseguido
- Mantener tu voz siempre en un tono bajo para no asustarla
Si preferirías no llevar a cabo este proceso por tu cuenta, puedes recurrir a un lugar especializado, como una peluquería canina o reservar un servicio de baños de perro a domicilio, para que ayuden al consentido de la casa.
Consecuencias no visibles
En caso de que tu perro haya tenido siempre experiencias positivas con el agua, tal vez el problema se encuentra en alguna reacción que el baño le produzca. Estos son algunos cuidados que todo padre o cuidador de perros debe tener en cuenta a la hora del baño:
- Vigila que no le entre agua en sus orejas, ya que podría causarle una infección.
- Revisa que no tenga ninguna alergia en la piel que podría intensificarse con los productos de higiene que usas.
- Cuida que el agua no esté muy fría ni muy caliente para no generar cambios súbitos e incómodos de temperatura.
- Seca bien su pelo luego del baño, ya que la humedad puede favorecer el cultivo de bacterias.
- Al cepillarlo, intenta hacerlo con delicadeza para no causarle dolor.
Consejos para padres y cuidadores de perros
Si tu amigo peludo no le tiene aversión al agua, pero aun así no le parece una actividad divertida, lo más importante sería que crearas un ambiente agradable a la hora del baño, que establezcas rutinas y, si aún no es suficiente, que pruebes opciones nuevas y refrescantes.
Crea un ambiente agradable
Puede parecer más sencillo en la teoría que en la práctica, pero la verdad es que no son muchos los elementos a considerar. Evitar producir ruidos fuertes debería ser lo primero en la lista, debido a la sensibilidad auditiva de los perros. También podemos mantener el contacto físico para ayudar a su estado e intentar que no haya mucha gente entrando y saliendo del cuarto, para que el movimiento no le resulte abrumador.
Establece rutinas
Como los humanos, los perros disfrutan tener rutinas que los hagan sentir seguros. Si eres padre o cuidador de perros, es crucial que definas en qué horarios lo bañarás, qué harán antes y qué harán al finalizar. Si incluyes incentivos, especialmente en forma de alimento, lo más probable es que tu amigo peludo te lo agradezca.
Explora nuevas opciones
Si tienes dificultades para darle un baño a tu mascota, puedes llevarla a una peluquería canina aliada de Bongo Mascots o buscar un cuidador de perros en nuestra app. Con ella, reservar un servicio de baño a domicilio y darle a tu mascota el mejor cuidado será más sencillo que nunca antes.
¡Conoce al cuidador ideal para ti!