Si recientemente adoptaste o rescataste un gatito, te estarás preocupando por todos los cuidados que debes tener en cuenta. Sin embargo, a partir de las ocho semanas los gatos comienzan a ser más independientes de su madre, por lo que no serán tantos los detalles a considerar como si fuera recién nacido. Además de contratar un servicio para mascotas cuando sepas que no podrás cuidar a tu gatito, te damos algunas recomendaciones:
Cuidados físicos
Incluir alimentos sólidos
Las primeras semanas de vida, los gatitos toman solo leche materna, pero llegados a las ocho semanas, ya deberían tener sus treinta dientes permanentes, por lo que pueden comenzar a ingerir alimentos sólidos. Si no estamos seguros de cómo ha sido su proceso alimenticio previo a adoptarlo, lo mejor será mezclar alimento sólido con alimento húmedo al principio para que se acostumbre a las texturas. Luego, se reemplaza por solo alimento sólido. También es importante tener un bowl especial para el agua, así tu gatito está siempre hidratado.
Garantizar que esté en una zona segura
Lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que las zonas por las que el gatito está no presentan peligros. Un lugar ideal no tendrá objetos que pueda tirar por accidente, ni tampoco accesorios colgantes a su altura. El piso debe estar despejado o, a lo sumo, tener objetos pesados e inamovibles para un gatito de dos meses. Tampoco deberá estar rodeado por otros animales sin supervisión o de puertas y ventanas de fácil acceso. Si tu hogar presenta estos elementos y no estarás allí por varias horas, lo mejor es pedirle a seres queridos o a cuidadores de mascotas que se encarguen por ti.
Introducir el arenero a su rutina
Parece tarea sencilla, pero la verdad es que un gatito, durante las primeras semanas de vida, no debía preocuparse por hacer sus necesidades, ya que su madre se encargaba. Sin ella, es importante que se acostumbre a utilizar un arenero. Este debe estar en la misma habitación que él, tener fácil acceso (aunque no debe estar pegado a su comida), no ser muy alto y tampoco presentar arena perfumada. Los primeros días serán difíciles, pero es cuestión de llevarlo hacia el arenero cuando vemos que se pone en posición; si ves que le cuesta acostumbrarse, puedes consultar con un especialista.
Cuidados mentales y emocionales
Comenzar a socializar
Si deseas que amigos o cuidadores de mascotas se encarguen de tu amigo peludo cuando vayas de viaje, es crucial invitar a tanta gente como sea posible, de a una o dos personas por vez, para que el gatito se acostumbre a la presencia de gente que no seas tú.
En caso de que tengas otras mascotas, en esta etapa es cuando aprende a no tenerles temor ni querer dañarlas, por lo que una presentación controlada a lo largo de varios días es el mejor plan para ambos.
A diferencia de un perro, al que puedes llevar a una fantástica peluquería canina, deberás ayudar a la limpieza de tu gatito. La socialización también implica que no te tenga temor y que deje que lo limpies y cepilles. Trátalo con delicadeza, ya que aún son muy frágiles, ¡y muéstrale que el cepillo y la toalla son inofensivos! Si la tarea presenta dificultades, prueba contratando servicios para mascotas, ya que alguien más podría ayudarte.
Presentar ruidos más fuertes
Hoy en día es cada vez más difícil escapar de los ruidos fuertes de las ciudades, pero también de los que nosotros provocamos. Por eso, nuestro gatito debe acostumbrarse de a poco a ellos. Intenta que al principio esté en una habitación tranquila, donde no haya mucho ruido, y luego que comience a explorar otras áreas más transitadas o con más estímulos. Lo mejor sería que estés con él en esos momentos y que le ofrezcas algo de alimento a modo de recompensa.
¡Ya estás en condiciones de incluir un gatito a tu familia! Con la app de Bongo Mascots, podrás reservar servicios para mascotas, como cuidadores certificados, para hacer su transición a su nueva vida mucho más fácil.