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¿Cada cuánto debo bañar a mi gato? ¿Por qué?

un gato negro acostado en un lavamanos, esperando su servicio de baño

Es de público conocimiento que los gatos le tienen temor al agua y no es posible bañarlo. ¿Acaso esto es correcto? 

La verdad es que ¡no! Todas las mascotas tienen una relación distinta con el agua según sus experiencias de vida y, con un poco de paciencia, hasta el más arisco de los gatos puede pasar por la hora del baño. Sin embargo, las verdaderas preguntas son ¿cada cuánto debería bañarlo? Y ¿por qué?

Situaciones a considerar

Todo cuidador de mascotas o padre de gato debe saber que es posible bañar al consentido de la casa en ciertas situaciones y teniendo cuidados especiales. Ya sea por su bien o por el nuestro (¡esos pobres muebles blancos!), lo importante definir la situación y el motivo por el que lo bañaremos:

Comunes

Las situaciones más comunes son quitar cualquier plaga cuando recién adoptamos a nuestro nuevo amigo peludo, tales como pulgas o garrapatas, o para deshacerse de suciedad excesiva luego de jugar. La diferencia estará en la forma en la que los higienizamos:

  • En el primer caso, es importante que tu gato tenga al menos dos o tres meses de vida, ya que si bien nos desharemos de las pulgas, nos arriesgamos a que les dé alguna enfermedad producto de sus bajas defensas. 
  • En el segundo, no debería hacerse costumbre bañarlo, porque tu gato puede encargarse de su propia higiene. Sin embargo, si la suciedad es tanta que no puede solo, lo mejor sería que no prepares una bañera llena de agua, ya que podría asustarse. Intenta utilizar una esponja con producto y un paño húmedo, en cambio,4 para más comodidad.

El tiempo entre baño y baño dependerá de la raza de gato que tengas y del largo de su pelo. En el caso de los de pelo corto, lo mejor es bañarlo cada más de un mes y medio, aproximadamente, mientras que en sí tiene el pelo muy largo, el tiempo podrá ser un poco menor. Estos detalles, así como su edad, deberás considerarlos a la hora de contratar un servicio de baño o darle uno tú mismo.

Excepcionales

Ya hablamos de casos comunes en los que puedes desear bañar a tu gato, pero también debemos hablar de algunos casos excepcionales, a los que podríamos enfrentarnos en algún punto si somos padres o cuidadores de mascotas:

  • Accidente con un líquido perjudicial: los gatos son conocidos por trepar a lugares que no deberían trepar y tirar objetos que no deberían tirar. Si por accidente volcara sobre sí mismo un líquido que sería perjudicial en caso de ingesta, lo mejor es pasar primero un paño húmedo para quitar los restos superficiales y luego darle un baño en profundidad. Para cuando se higienice a sí mismo, ¡estará libre de riesgos!
  • Reacción o enfermedad de la piel: si has visto que tu amigo peludo se rasca y relame con mucha frecuencia, es posible que tenga alguna alergia que afecta su piel. Ante un caso así, tu veterinaria de confianza te recomendará productos especiales para él, entre los que puede haber un champú especial. En este caso, la frecuencia dependerá de las indicaciones que recibas.

En conclusión, es posible bañar a tu gato (con paciencia y amor) pero dependerá del motivo por el que desees hacerlo. También recomendamos cepillar regularmente a tu mascota para evitar la permanencia de suciedad y hojitas del mundo exterior y, así, extender el tiempo entre baño y baño.

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